martes, 2 de julio de 2013

SEXO EN OVIEDO...CAPÍTULO 17: ORGASMO...¿ÚNICO GRIAL?

Uno de los propósitos que tenemos las personas en la vida, es SER FELICES,(otro, es ser millonarios),por eso nos esforzamos en conseguirlo (lo de ser felices, digo) por todos los medios y cada acto que hacemos, lo hacemos en búsqueda de ésa felicidad merecida.
Nuestro trabajo, debería gustarnos y hacernos felices.
Nuestros amigos, deberían llenarnos y hacernos felices.
Y nuestras parejas, deberían ser un incesante productor de felicidad.
Por éso creamos expectativas acerca de nuestras relaciones, en general, que,quizá nunca se lleguen a cumplir.
(No es decepción lo que traspasa la pantalla,¿verdad?).
Uno de los actos más simples y en los que encontramos más placer y, por lo tanto, más felicidad, es el orgasmo.
Lo que me cuesta asimilar (aunque puedo llegar a entender) es el ¿porqué utilizamos el orgasmo como fin de nuestra felicidad sexual?
¿No nos han dicho siempre que lo mejor del viaje no es llegar al destino sino el camino recorrido?
¿Dónde dejamos olvidados los besos que nos dejan sin respiración?
¿Dónde quedan los respigos producidos por sus manos cuando bajan por nuestra espalda?
o,¿Esos poderosos momentos cuando nuestra lengua recorre cada centímetro de su cuerpo?
uffff, ¿No empieza a hacer calor?
Lo que quiero decir es, que el orgasmo puede llegar a ser el efecto de unas buenas relaciones sexuales,pero no la causa de ellas.
Soy de las (pocas) personas que disfrutan más de cada acción que sucede en una relación sexual (cada beso, cada caricia, cada contacto,cada postura, cada penetración...) más que en el hecho en sí de si voy a correrme o no.
¡¡¡No tiene mayor importancia!!!
Hay quien tiene la creencia de que el orgasmo está reservado para las "ocasiones especiales", es decir, que sólo puede tenerlos cuando la persona con quien comparte cama,además, comparte sentimientos.
Hay quien los disfruta sin medida en cada relación sexual que practica.
(suertudos).
No importa en que lado nos encontremos,simplemente nuestra vida sexual ( y por lo tanto, nuestra felicidad general) mejorraría mucho si aprendieramos a disfrutar cada pasito que damos en lugar de fijar nuestra mirada en la meta.
Así que, me gustaría invitaros a que en vuestro próximo encuentro os dejeis llevar por las sensaciones de cada acción, vivais cada beso, cada caricia, cada gemido...como si fuera el último y os olvideis por un ratito del generador universal de felicidad.
Me contareis que tal la experiencia, ¿verdad? QUERIDOS LECTORES.
JESS

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