martes, 2 de julio de 2013

SEXO EN OVIEDO...CAPÍTULO 21: NACIONALIDADES

Tengo la fortuna de tener bastantes amigos en diferentes partes del globo.
Ayer, recibí una llamada extraña y extranjera (ya que el prefijo era 33) y antes casi de que pudiera contestar...la llamada se había cortado sin darle tiempo al interlocutor a decirme quién era él, o el motivo de su llamada.
Me quedé intrigada.
Y no sólo pensando de dónde salía ése 33, sino también,quien era la persona que me llamaba y porqué lo hacía.
Unas cosas llevan a otras (y el tiempo libre del que dispongo,también ayuda)a indagar en los recuerdos de mi mente y revisar viejas historias con diferentes denominación de origen.
Comencé mi viaje (mental) hace casi diez años, en Benidorm, con un francés de Niza.
Oh, la la!!!!!
Juventud, inexperiencia y hormonas por doquier, no son buenas compañeras de cama.
Nuestro intento de tener sexo fué un completo fracaso.
Éso si, aprendí algo de francés ( pensar lo que querais), me heché muchas risas y me llevé un nuevo amigo al que llamaba una vez al año siempre de sábado y con unas cuantas copas de más.
Muchos, pero muchos años después´, pasé una temporada en Atenas.
Ya no irradiaba juventud y hormonas (por la edad),pero tanto perfil griego a mi alrededor causó estragos.
Nueva en una gran polis y perdida en mi nuevo barrio, un helenikó me ayudó a encontrar mi casa y a cambio le enseñé la pasión española.
Ambos quedamos muy satisfechos con el trato.
El siguiente en caer en mis redes fué un Americano de San Francisco (si, San Francisco es ésa ciudad, que dicen que sólo hay gays y zapatos).
Muy educado, muy mono, muy rubio, muy ojos azules...muy de anuncio todo.
Dos cervezas de más y el San Franciscano había perdido hasta el acento.
conquista dell'Italia!!! vino después.
Surfero con el torso moldeado por cada ola que había cogido y bronceado por el sol de cada cuidad por la que había pasado buscando su ola perfecta.
Me encontró a mi.
Mamma mia!!! Creo que cambió de deporte favorito después de ésa noche ( Ya conté nuestra hazaña en otra entrada).
El año pasado me topé con "a native of" Los Angeles.
Afroamericano de metro noventa y dos y jugador de basket que perdí por las nocturnas calles mientras buscábamos a su colega,al que´no habíamos dejado a buen recaudo, mientras nosotros salíamos raudos y veloces (a todo lo que daban mis cortas piernas) del local en el que nos conocimos.
Oh my God!!!
No puedo decir más de mi jugador de basket.
(Y no penseis que voy a contestar a la pregunta que ronda por vuestra perversa y calenturienta mente).
Sólo diré que si por mí hubiera sido, me hubiera sacado un bono para ver todos los partidos de la temporada si después de cada uno de ellos me esperaba el angelino en el vestuario.
Y llegué a colonizar Alemania!!!! ( mi última colonización)
Con un medico de pediatría de nombre casi impronunciable.
Fueron muchas risas cuando llegamos a su piso compartido y nos ponemos a tomar una copa de vino con sus compañeros de piso,que era pareja (y digo eran, porque se pusieron a discutir y creo que lo dejaron en ése momento) y estaba tan entretenida la pelea que yo no me quería perder ni un ápice.
Sutilmente me sacó del comedor para dejar a los "enamorados" a solas...e hizo que perdiera el resto de la conversación (de la que entendía mas o menos nada, porque hablaban en otro idioma).
Mereció la pena la ruptura, sólo por lo bien que lo pasé mientras el doctor "me reconocía".
No debo olvidarme del producto nacional que tantas alegrías me ha dado, pero éso ya lo contaré en una siguiente entrada.
Todavía no sé quien me llamaba, ni para qué...pero he de reconocer que ha sido una de la llamadas más productivas que he recibido en mucho tiempo.
Sólo por los buenos recuerdos que he me ha hecho revivir y por ésta entrada que ha fluido a raíz de ahí.

Jess

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